A inicios de la semana se realizó la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) a la que asisten los mandatarios de las entidades federativas. En esta ocasión el Gobernador Enrique Alfaro Ramírez puso sobre la mesa la revisión de las acciones del poder judicial, en relación a posibles actos de corrupción que favorecen el clima de impunidad.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador hizo eco de la denuncia del gobernador de Jalisco y le asignó la tarea de coordinar una mesa de trabajo con funcionarios federales y mandatarios, para establecer las acciones que se tienen que realizar para terminar con las malas prácticas en el sistema de impartición de justicia. Sin duda se trata de una tarea de gran calado, que en el caso de nuestro estado, presenta niveles insostenibles de ineficiencia.
Al hablar del sistema de impartición de justicia intervienen diferentes procesos e instancias. Entran en escena policías municipales, ministerios públicos, jueces, el sistema penitenciario y la readaptación social. Dichas instituciones e instancias tienen determinadas sus acciones y juntas establecen un proceso legal y administrativo que inicia con la detención y terminaría con una sentencia.
Cuando en el proceso, una de las instancias falla, todo la cadena de procuración de justicia se ve afectada. Es así como surgen las liberaciones de delincuentes. Es en ese trámite que también se presentan casos de corrupción y de intimidación.
Para mapear estado por estado la situación de la impartición de justicia se requiere mucho tiempo, mucha investigación y también enfrentar resistencias internas y externas. Pero la crisis de seguridad e impunidad que vivimos hacen que el esfuerzo valga la pena.
Si como resultado de dicho mapeo se establece una agenda de transformación entre poderes, habrá valido la pena dedicar tiempo y recursos a esta tarea. La misión del gobernador Alfaro es grande y no está exenta de riesgos. Pero hay que celebrar que su voz haya sido determinante en que el país enfrente uno de sus peores lastres.
En este punto, solo podemos desear que Jalisco y México avancen en una ruta contra la impunidad y contra la corrupción, y a favor de la justicia.