Decenas de tortugas recién nacidas han muerto debido a la acumulación de sargazo en costas de Quintana Roo.
Aunque el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el problema del sargazo en costas del caribe mexicano no era gravísimo, la acumulación de esta macroalga ya ha cobrado la vida de fauna silvestre de la zona.
En playas de Tulum y de la reserva de la biósfera de Sian Ka’an, donde no hay muchos desarrollos inmobiliarios y hoteleros, y por ende, nadie que limpie las playas de sargazo, han perecido decenas de crías tortugas marinas, aniadas, encubadas y nacidas en esas costas.
Al ver la luz, los pequeños reptiles se abren camino sobre la arena con destino al mar, pero lamentablemente, la gran barrera de sargazo a la orilla no permite que lleguen a su destino; algunas se quedan enredadas en la gran cantidad de vegetal y mueren en el intento.
También las tortugas adultas sufren, pues el camino para desovar y volver al mar se vuelve sumamente difícil; al menos una de ellas ha muerto intentando buscar un lugar en la playa para depositar sus huevos. 
Hasta el momento, ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno, se ha dado a la tarea de realizar limpieza y retiro del sargazo en estas zonas que no tienen acceso urbano, incluso, el Gobierno Federal y el de Quintana Roo negaron la muerte de los ejemplares, aún y cuando ha sido documentada por turistas, pobladores de la zona y medios de comunicación.
Debido a la falta de atención de autoridades, grupos de ciudadanos y turistas se han coordinado para ir y retirar la gran cantidad de algas por su cuenta, ayudados de palas, escobas, rastrillos y hasta con las manos.
De cada mil tortugas verdes que nacen, tan sólo una llega a edad adulta.
