Al menos 17 miembros de una familia fueron atacados a balazos por presuntos integrantes del crimen organizado en los límites entre los estados de Sonora y Chihuahua.
Alrededor del mediodía de este lunes, tres camionetas tripuladas por familiares al activista Julián LeBarón fueron atacadas a tiros y, al menos una de ellas, incendiada sobre un camino en la comunidad de Bavispe, Sonora.
Los vehículos eran conducidos por tres mujeres, y como pasajeros viajaban catorce niños, hijos de estas, desde bebés hasta adolescentes. Las tres mujeres perdieron la vida, así como nueve niños, entre ellos al menos tres bebés.
La denuncia se realizó caída la tarde, puesto que familiares de las víctimas, al perder comunicación con ellas, salieron a buscarlos, encontrándose con la lamentable escena; además, para aquel momento, denunciaron la desaparición de varios menores, que horas más tarde fueron localizados en el rancho La Mora, a unos 15 kilómetros del sitio del ataque; habrían caminado para escapar y pedir ayuda, algunos de ellos lesionados por las balas.
Asediados por años.
La familia LeBarón pertenece a la comunidad mormona mexicoamericana, asentada en la frontera entre Chihuahua y los Estados de Arizona y Nuevo México, Estados Unidos.
Desde hace varios años, los miembros de esta comunidad denunciaron ataques en su contra por parte de los grupos del crimen organizado que operan en la zona, incluso, en 2009, uno de sus integrantes, de 16 años de edad, fue secuestrado.
En ese entonces, los criminales exigieron un millón de dólares a la familia, sin embargo, esta se negó a pagar, para sentar un precedente y luchar en contra de las injusticias; el adolescente fue liberado sin que se pagara el rescate.
Al encontrarse en una zona dominada por carteles de las drogas y tras las constantes denuncias de actos delictivos en su contra, los LeBarón solicitaron el apoyo de autoridades estatales y federales, quienes instalaron un puesto de vigilancia de la Policía Federal en Galeana, Chihuahua; la comunidad menonita pagaba el hospedaje y alimentos de los 90 efectivos que patrullaban la zona, pero con la llegada de la nueva administración de Andrés Manuel López Obrador, los elementos fueron retirados del punto.
Por su parte, el presidente se ha limitado a hablar del tema y el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, mencionó que una de las líneas de investigación sería que las familias fueron confundidas por integrantes del crimen organizado pensado que pertenecían a un grupo rival.
