Un estudio del Observatorio de Desigualdades de la UdeG reveló que el 20% de los hogares más ricos recibe los apoyos del Gobierno Federal, mientras que solo el 49% de los hogares más pobres tiene acceso a estos programas.
La distribución de recursos muestra una regresión, con un descenso del 23% al 9% para los más pobres y un aumento del 2% al 8% para los más ricos.
Las desigualdades en la asistencia social plantean preocupaciones sobre la efectividad y equidad del sistema.
En 2018 el 60 por ciento de los hogares con menores ingresos en el País tenía acceso a por lo menos un programa social, pero para 2022 bajó a 49 por ciento.