El futbolista Omar Bravo, dejó el retiro para vestir la camiseta de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara y continuar con su carrera profesional.

 

La tarde de este martes, Omar Bravo Tordecillas volvió a la cancha del estadio Jalisco, esta vez, vistiendo la playera de los Leones Negros, que recientemente lo anunciaron como su refuerzo estrella.

Portando el mítico 9 y el gafete de capitán, jugó los noventa minutos del encuentro de fase de grupos de la Copa Mx, donde la escuadra universitaria cayó por marcador de 0 a 1 ante Cafetaleros.

Omar Bravo, de 39 años de edad, habló de su rendimiento físico, del que se dijo bendecido, y mencionó las razones por las que decidió regresar al fútbol profesional; una promesa como hijo y como padre.

Recientemente, la madre el delantero fue diagnosticada con cáncer de mama y tras un tratamiento, logró superarlo, además, el ariete mexicano tenía el deseo de que su hijo lo viera jugar.

“Me siento muy feliz, pareciera un poco irresponsable lo que estoy diciendo porque, fue mucho tiempo el que estuve parado y fue una promesa que le hice a mi mamá, ella acaba de librar el cáncer de mama y mi hijo quiero que me vea jugar, entonces voy a darle hasta donde tope, no acaba aquí voy empezando, queda la Copa, queda la Liga por mejorar y le voy a dar hasta donde tope”

Originario de Los Mochis, Sinaloa, Omar Bravo marcó historia en el fútbol mexicano y aún más en el tapatío, al convertirse en un icono de las Chivas y coronarse como el máximo goleador histórico del club.

Además de un breve paso por Europa y representar a México en la Selección Nacional, “el mochiteco” se ganó el respeto de la afición tapatía en su totalidad, al incursionar en el acérrimo rival, el Atlas, donde también tuvo un buen paso.