Las osamentas de al menos dos ejemplares de mamut fueron localizadas en las obras del aeropuerto de Santa Lucía en el Estado de México.
Dos esqueletos de mamut fueron hallados en la Base Militar Santa Lucía; el primero fue localizado durante las excavaciones para lo que será la torre de control del nuevo aeropuerto Felipe Ángeles; la otra osamenta se encontró en la que será una de las pistas de la terminal aérea.
Arqueólogos que ya trabajan en el sitio, mencionaron que es posible que aparezcan más restos, puesto que, al igual que Texcoco, la región fue un antiguo lago, el de Xalcotan, zona de desplazamiento de estos animales hace unos 15 mil años.
Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), confirmaron que ya se habían dado hallazgos en la base militar y ahora con los trabajos para el nuevo aeropuerto se localizaron más.
De momento, el INAH solicitó que las excavaciones con maquinaria para la cimentación de la torre de control, que es de al menos cuatro metros, fueran pausadas para usar métodos arqueológicos y preservar los fósiles, de los cuales no se han determinado sus condiciones de preservación.
Especialistas mencionaron que la localización de los vestigios no es novedad, puesto que en el Pleistoceno el Valle de México fue una región muy rica en cuanto a fauna y agua, pues se sabe de la existencia de al menos cinco lagos interconectados, el de Xaltocan que junto con el Xochimilco, Chalco, Zumpango y Texcoco atraían a los mamuts.
De hecho, a inicios de noviembre pasado, 824 huesos de mamut, correspondientes a unos 14 ejemplares, fueron encontrados en el municipio de Tultepec, Estado de México, a unos 10 kilómetros de Santa Lucía; en el punto, se localizaron también lo que serían las primeras trampas construidas por el hombre y de las que no se tiene registro en ninguna otra parte del mundo.
Salvador Pulido Méndez, Director de Salvamento Arqueológico del INAH justificó que los descubrimientos dentro de la Base Militar no cumplen con los requisitos para detener una obra: que sean monumentales, que sean únicos, que sean de importancia dentro de un contexto de conocimiento arqueológico y las posibilidades de conservación.
Al inicio del proyecto se contempló la participación y supervisión de siete arqueólogos, pero por la prisa que tenía el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, se cuenta con 15 especialistas que supervisan los trabajos.
En los últimos años, alrededor de la obra se han localizado restos de colmillos de tigre dientes de sable, huesos de mamut y de peces.