Aunque no ha sido inaugurada, la línea 3 ya presenta fallas en su estructura e incluso problemas de ingeniería, que implicarán un cuantioso gasto para ser resueltos.
De acuerdo a Lytsa, una de las empresas responsables del proyecto, a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el tramo subterráneo de la línea tres del tren ligero, presenta falla, como fisuras y despostillamientos en al menos 491 de las 15 mil 601 dovelas que forman el túnel de 5.35 kilómetros.
Las dovelas, son piezas de concreto y acero, que unidas en siete piezas, forman un anillo; dichos anillos son colocados uno tras otro mientras la tuneladora avanza, primero excavando y luego colocando las dovelas.
Las piezas en cuestión no pueden ser reemplazadas, por lo que se están reparando con concreto, fibra de carbono y acero.
La consecuencia de estas fisuras en la estructura del túnel, pueden ser filtraciones de agua y tierra, que derivarían en socavones en la superficie.
Otro de los desperfectos detectados es la fractura de granito en el andén de la estación Catedral y desniveles en el instalado en la estación Paseo Alcalde.
También fallas en las vías
Al menos 9 millones de pesos, será el costo de un error en la instalación de las vías de la línea 3 del tren ligero.
De acuerdo a un reporte de la empresa francesa Alstom, encargada de la instalación de las vías, es necesario corregir una variación de 7 centímetros respecto a la altura de las vías con la del anden, en mil 200 metros lineales del tramo subterráneo, donde se encuentran las estaciones Catedral, Independencia y Plaza La Bandera.
La falla se habría propiciado por la falta de comunicación precisa entre los responsables de la obra y contratistas, por la premura de tener listas las vías a tiempo para que el ex presidente, Enrique Peña Nieto, hiciera un recorrido por el túnel.
El problema se solucionará con la instalación de tornillos conocidos como pernos pandrol de acero, así como niveladores o calzas que ajustan el error de los 7 centímetros, para lo que se tendrá que desmontar el riel y su sistema de fijación.
Los trabajos durarían al menos 30 días, mas el tiempo de entrega de los materiales, que se estima en unos tres meses, por lo que se ve difícil que la línea 3 entre en funcionamiento para enero, como lo prometió el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Desde inicios de este año, el Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco ha pedido a la SCT entrar al túnel para revisar la obra, sin embargo, la dependencia federal ha hecho caso omiso a las solicitudes.
