• México es un país altamente sísmico, con un promedio de más de 15,000 movimientos telúricos al año, la mayoría de ellos de baja magnitud y no perceptibles.

En México, es común escuchar que septiembre es un mes propenso a los sismos. Esta creencia se basa en eventos históricos notorios, como el trágico terremoto de 1985 y el sismo de 2017, ambos ocurridos el 19 de septiembre. Sin embargo, es esencial analizar esta afirmación a la luz de la ciencia.

Durante las últimas cuatro décadas, México ha experimentado una serie de sismos significativos en septiembre, lo que ha llevado a especulaciones sobre una supuesta “temporada de sismos”. Sin embargo, es importante destacar que México es un país altamente sísmico durante todo el año.

Según un estudio de la UNAM, se registran más de 15,000 movimientos telúricos al año, aunque la mayoría de ellos son de baja magnitud y pasan desapercibidos para la población.

La razón detrás de esta actividad sísmica constante radica en la geología del país. México se encuentra ubicado en una región donde convergen cinco placas tectónicas, lo que genera tensiones constantes y provoca movimientos en la corteza terrestre.

Es fundamental comprender que, a pesar de los avances en la investigación sísmica, la ciencia aún no puede predecir cuándo ocurrirá un terremoto o sismo.

La idea de que en México los sismos son más comunes en septiembre es un mito basado en coincidencias históricas. La realidad es que la actividad sísmica es constante en el país debido a su ubicación geológica, y la ciencia aún no puede prever con precisión cuándo ocurrirá un sismo.