A 33 años de la tragedia del 22 de abril de 1992 en el sector Reforma de Guadalajara, la alcaldesa Verónica Delgadillo subrayó la importancia de mantener viva la memoria de las víctimas como un acto de compromiso social y responsabilidad colectiva.
“Creo que es un día que ningún tapatío o tapatía podemos olvidar, está vivo en la memoria”, expresó durante el homenaje a los bomberos caídos durante la contingencia de aquel día. Para Delgadillo, recordar lo ocurrido va más allá de una obligación institucional: es una forma de evitar que hechos similares vuelvan a repetirse.
Señaló que las explosiones, provocadas por la negligencia y corrupción, dejaron una marca permanente en la historia de la ciudad. “Es una herida que duele y que siempre va a estar presente en nuestra ciudad”, comentó.
La alcaldesa indicó que su gobierno trabaja en acciones preventivas clave, especialmente ante el crecimiento urbano vertical que enfrenta la ciudad. Para ello, se coordina con la comandanta Jenny de la Torre, titular de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, y con distintas áreas de la administración para consolidar herramientas como el Atlas de Riesgos.
En cuanto a la atención a reportes ciudadanos, particularmente en colonias como Analco, donde se han denunciado olores a gasolina en el drenaje, Delgadillo afirmó que su administración actúa con rapidez. “Cada vez que hay un señalamiento, hay una atención directa e inmediata”, aseguró.
Finalmente, resaltó que su gobierno se distingue por la presencia constante en las calles: “Un gobierno cercano, empático, sensible ante la realidad y que también actúa de manera inmediata”, concluyó.