Los clásicos de fútbol en México tienen una historia peculiar, en su mayoría originándose en las últimas décadas, pero con una notable excepción: el Clásico Tapatío. Esta rivalidad, que enfrenta al Club Deportivo Guadalajara y al Club de Fútbol Atlas, tiene sus raíces en el año 1916, convirtiéndolo en el clásico más antiguo del fútbol mexicano.
El primer enfrentamiento entre estos dos equipos tuvo lugar el 15 de septiembre de 1916, justo un mes después de la fundación del Atlas. Curiosamente, el partido terminó en empate sin goles y fue suspendido debido a la falta de garantías para continuar. Desde entonces, la rivalidad deportiva ha sido una constante en el fútbol de Guadalajara.
La base de esta rivalidad no solo radica en la pasión por el fútbol, sino también en las diferencias sociales que existían entre los dos clubes en sus inicios. Mientras que el Guadalajara era seguido por los sectores populares, el Atlas representaba y era respaldado por la clase alta de la ciudad. Esto se debía a que los fundadores del club rojinegro provenían de familias acaudaladas y adquirieron su amor por el fútbol durante sus viajes de estudio en el Reino Unido.
A lo largo de los años, el Clásico Tapatío ha sido testigo de emocionantes enfrentamientos y momentos históricos que han dejado una huella imborrable en la memoria de los aficionados. La pasión y el fervor con los que se vive este clásico reflejan la profunda conexión que los seguidores de ambos equipos tienen con su historia y tradición.
A pesar de que muchos de los clásicos de fútbol en México son de origen más reciente, el Clásico Tapatío se destaca como una joya centenaria en el mundo del fútbol, recordándonos que las rivalidades deportivas a veces trascienden el tiempo y se convierten en parte fundamental de la cultura futbolística de un país.