Los menores y su familia no creyeron que se tratara de oro puro.

 

Debido a la contingencia por la pandemia de coronavirus, una familia francesa, avecinada en París, se desplazó a la comunidad de Vendôme, unos 200 kilómetros al suroeste para pasar el confinamiento en la vieja casa de la abuela, quien ya falleció.

Mientras los dos hijos de la familia, de 10 y 12 años de edad,  jugaban a realizar cabañas con sábanas, localizaron dos lingotes de oro entre las prendas de cama.

En un principio, los padres pensaron que se podía tratar de posacubiertos u otro articulo propiedad de la abuela, sin embargo, la duda los llevó a verificar la composición de los lingotes con un experto, quien les confirmó que se trataba de piezas de oro sólido de un kilogramo cada uno,  que presentaban impresos el año de fabricación, el registro, la garantía, los refinadores, los fundidores y la percepción de las tasas por parte del Estado.

Los lingotes, que habrían sido adquiridos por la abuela en el año de 1967, serán subastados y se espera que obtengan un valor de hasta 51 mil euros.

 

 

 

 

EV