Con las uñas, pero Chivas pudo salir bien librado y tiene mínima ventaja en la semifinal de la Liga de Campeones de la Concacaf al vencer en casa 1-0 al Red Bulls de Nueva York.
Aunque tuvieron opciones de gol a favor, pero también se salvaron, el Rebaño ahora buscará su pase a la final de la Concachampions el próximo martes en la Gran Manzana, a la que accederá ganando o empatando por cualquier marcador.
Así, el Guadalajara de Matías Almeyda le quitó el invicto al cuadro neoyorquino, que terminó por 10 hombres por la expulsión de Aurelien Collin en la segunda mitad.
Chivas sabía que tenía que ganar en casa y salió a atacar, aunque Jesús Godínez dejó ir al menos dos claras en la primera parte, mismas que parecían que abrían el marcador en el Estadio Akron.
El resultado dejó contento a los poco más de 41 mil asistentes a la casa del Rebaño, que estará a la espera de saber si será finalista.
Al término del encuentro técnico de Red Bulls de Nueva York, Jesse Marsch, admitió que el talento de Rodolfo Pizarro les desequilibró el esquema que había planteado para enfrentar a Chivas.
Y es que la jugada del gol nació precisamente de una asistencia del volante ofensivo del Rebaño y que supo concluir Isaac Brizuela.
“Pizarro es un jugador de mucha clase. Fue el mejor jugador del partido, lo sabíamos antes de iniciar, él sabe buscar los espacios, nos arruinó el plan, fue el jugador del partido. Cota tuvo buenas atajadas, si no hubiera parado esa nos hubiera ayudado mucho para el partido en casa”.
Marsch comentó que Chivas jugó tal como lo esperaba y no le presentó alguna novedad.