El Imperio Chilango, la principal fuente de desigualdad en México

El derecho robado

Los humanos tenemos múltiples aspiraciones en áreas muy diversas, y la importancia puede ser diferente para unos o para otros.

Hay algunas cuyo valor es universal y se convierten en derechos, puesto que el hecho de no poderlas lograr nos limita la posibilidad de satisfacer una larga cadena de otras aspiraciones individuales. Una persona que no puede caminar no puede aspirar a correr.

Uno de éstos derechos o aspiraciones fundamentales de los seres humanos es la habilidad de salir adelante individual y colectivamente por sí mismos, sin necesidad de altruismo o ayuda externa, como producto de su propio esfuerzo.

En nuestro país, esto es sumamente difícil, si bien los mexicanos pueden progresar mediante un esfuerzo extraordinario, una estrategia brillante o por causas externas al esfuerzo individual; el producto de este esfuerzo no se refleja fielmente en su comunidad.

Los pobres que viven enfrente de ellos no necesariamente se van a hacer menos pobres, y las escuelas, calles, hospitales, espacios culturales y demás infraestructura de su ciudad no necesariamente van a mejorar.

Esta falta de sincronía entre el progreso individual y el progreso del entorno se convierte en un lastre.

Si un trabajador no es capaz de afectar su entorno como producto de su esfuerzo, queda atrapado en la espiral de la miseria, en una cárcel sin fin. El lastre del subdesarrollo es una carga demasiado pesada para avanzar con ella a cuestas.

Una de las principales causas de esta situación es bastante clara y fácil de comprobar, sin embargo, un fenómeno psicológico ha nublado nuestra percepción y nos ha impedido darnos cuenta de su importancia.

La Habituación, arma principal del Imperio Chilango

El ejemplo más común que se da para ejemplificar la habituación, es el de una persona que se muda a una casa cercana a un aeropuerto.

El primer día el ruido le parecerá insoportable, al quinto día dejará de quejarse, a las pocas semanas el ruido habrá quedado en el olvido. La habituación nos hace enfocarnos en cosas nuevas en lugar de perder el tiempo con las cosas cotidianas. El ruido, sin embargo, sigue allí, matando nuestras células auditivas poco a poco y estimulando nuestros neuroreceptores, causando estragos en nuestro sistema nervioso.

Este proceso humano ha sido aprovechado muy bien por los políticos y los medios de comunicación de nuestro país.

 

Los Medios, los mismos medios y sus seguidores

En México, la gente informada nos habla de las atrocidades que ha cometido nuestro gobierno, nos habla del FOBAPROA, de los fraudes electorales, del tráfico de influencias de los Salinas y sobre todo de la desigualdad que generan los privilegios de unos cuantos.

Nos lo repiten las Carmen Aristeguis, los periódicos y revistas independientes, lo repiten los universitarios. Nos lo repiten hasta el cansancio los líderes sociales que han dedicado su vida a terminar con esta situación. Lo repiten día con día las personas y organizaciones que presumen haberse quitado las vendas de los ojos.

Sin embargo, no nos hablan, del robo más extraordinario y duradero que han sufrido los mexicanos en su historia y que continua en la actualidad.

No podemos acusarlos de complicidad, quizás la habituación simplemente hizo su trabajo muy bien, pero su omisión ha ayudado a robarles a los mexicanos la habilidad de sacar adelante a su comunidad con su esfuerzo.

 

Mecánica del robo

Una de las causas principales por la cual la mayoría de los mexicanos no ven el producto de su esfuerzo reflejado en su comunidad es el imperialismo interno del país.

El imperialismo está definido como la creación de una relación económica, territorial y cultural desigual. Usualmente entre estados y algunas veces en forma de un imperio, basado en la dominación y la subordinación.

México ha vivido bajo un régimen imperialista durante la mayor parte de su historia.

Los aztecas dominaban a los pueblos vecinos y les exigían pagar tributos, quedándose casi todos en Tenochtitlán.

Esta situación no cambió con su caída, los españoles hacían lo mismo con los mexicanos y casi todo el Continente Americano. Durante estos regímenes las capitales de los imperios florecían con el dinero robado mientras los pueblos conquistados se mantenían rezagados por más duro que trabajaran. Esta situación tampoco acabo con la independencia.

El imperialismo del PRI

Con la excusa de los principios de repartición de riqueza de la revolución mexicana, los gobiernos priistas recolectaban los impuestos de todo el país desde su capital y administraban los enormes recursos petroleros para después repartirlos por el país según una fórmula que asegurara la igualdad de todos los mexicanos.

La fórmula de repartición del presupuesto entre los estados del país seguía un sistema no soñado ni por Robin Hood, en el que uno de los estados que más producían por persona, Nuevo León, recibía un presupuesto inferior al de uno de los que menos producía, Chiapas, aún teniendo casi la misma población.

Todos los mexicanos se regían por la misma fórmula, todos, excepto, como en todos los imperios, los de la capital.

El Distrito Federal recibía los recursos de acuerdo a la misma fórmula de repartición que el resto de las entidades, pero recibía además, más de la mitad del presupuesto total para el país en varias áreas esenciales para el desarrollo de la economía y de los individuos.

De esa manera, al igual que en el antiguo imperio azteca o en el imperio español, la capital imperial de México se desarrolló a una velocidad muy diferente que el resto del país.

 

Capital Imperial

En el México de los estados del sur con índices de pobreza africanos, de los estados clase medieros pero con infraestructura tercermundista del norte y de los estados subdesarrollados de occidente, había 8 millones de mexicanos que vivían diferente.

La capital del Imperio Chilango tenía uno de los sistemas de transporte más modernos y extensos del planeta, museos enormes, universidades de clase mundial y un ingreso por persona europeo.

Le sobraba todo lo que a los demás estados les faltaba. Esta situación tampoco cambió con la caída del PRI.

 

Mecanismo de control del Imperio durante la era del PRI

El PRI cambió la manera de mantener el control del imperio, ya no fue necesario utilizar la fuerza o la religión, se nos convenció que el imperio era normal, justo, y hasta deseable; que la capital era de todos y le hacía un servicio a la nación.

El vehículo para difundir esta idea fue, como siempre en toda la historia moderna de nuestro país, la televisión. Nos bombardeaba con información sobre la grandeza de cada rincón de nuestro país: Los veracruzanos podrían no tener dinero, pero no importaba porque tocaban muy bonito la marimba.

Los tapatíos podrían no tener una gran universidad, pero no importaba porque cantaban muy bien las rancheras. Los sureños podrían estarse muriendo de hambre, pero no importaba porque tenían una naturaleza exuberante y pirámides hermosas.

Los norteños se quejaban, pero no importaba, ellos eran codos y no tenían cultura, esa era su naturaleza.

Durante décadas esta técnica se perfeccionó creando una mitología y puliendo la historia de nuestros héroes, dándonos una identidad cultural de la cual estar orgullosos y exaltando nuestro nacionalismo.

A nuestra lista de héroes se anexaron priistas ilustres y las instituciones burocráticas y corruptas que habían creado se promovieron mediáticamente como pilares de nuestra grandeza, ligando el sentido nacionalista con el legado del PRI para toda la historia.

De esta manera no fue necesario usar la fuerza, ni siquiera romper la ley. Quitarles dinero a los trabajadores de todo el país para dárselo a la capital era un asunto legal y conveniente.

 

Enfoque de la investigación

El robo de recursos para dárselos al Distrito Federal se lleva a cabo en muchas áreas de la economía pero en este artículo nos vamos a enfocar en dos de las que  tienen más impacto en la calidad de vida de los seres humanos: La educación y cultura.

Todos sabemos su importancia, nos lo ha dicho la izquierda, la derecha, los imperialistas, los libertadores y revolucionarios. De la educación depende la calidad de vida presente y futura de todas las personas.

 

Magnitud del robo

Para ejemplificar la magnitud del robo hacia los mexicanos, pobres y ricos, de todo el país, necesitamos una medida que nos sea más significativa que los pesos y centavos, los cuales a partir de ciertas cifras se nos dificulta imaginar.

Para ejemplificar cantidades monumentales necesitamos ejemplos monumentales y frescos en nuestra memoria.

AMLO, uno de los luchadores sociales más queridos de nuestro país, ha mantenido al FOBAPROA, el rescate bancario que ha calificado como “EL ROBO DEL SIGLO” (existen razones para afirmar esto), bastante fresco en nuestra memoria. Lo ha utilizado como uno de los pilares de su lucha social y de sus campañas electorales.

Obrador llegó al punto de sugerir que se hiciera una suspensión de los pagos anuales del FOBAPROA, que ascienden a 50 mil millones de pesos anuales, cifra equivalente a tres quintas partes del presupuesto para el combate a la pobreza de todo el país, para utilizarlo en causas sociales. Necesitamos un “robo” de semejante magnitud para nuestro propósito.

El Distrito Federal es la tercera entidad que menos gasta en educación de todo el país, en algunos años es la que menos, sin embargo, tiene las mejores escuelas públicas de todos los niveles en la república. ¿Cómo logran semejante hazaña los gobiernos capitalinos? ¿Son acaso muy buenos administrando los recursos?

La verdad es que esa hazaña es pagada por todos los mexicanos. La capital recibe hasta 5 veces más presupuesto por alumno en educación superior que el resto del país, pero la capital tiene tres universidades públicas pagadas por la federación, en lugar de una sola como todas las demás entidades.

En total el Distrito Federal recibe más presupuesto que todas las universidades públicas del país juntas, más del doble por alumno de educación Básica y 13 VECES más presupuesto por habitante para educación superior que el promedio.

La política es clara: Nuestros diputados y senadores consideran que los capitalinos merecen estar mucho mejor educados que el resto de los mexicanos.

 

El otro robo del siglo / ¿De cuánto dinero estamos hablando?

 

Si el Distrito Federal recibiera el mismo presupuesto educativo por habitante que Nuevo León, uno de los estados más productivos de la república, recibiría casi 52 mil millones de pesos menos que lo que recibe ahora.

¿Suena familiar la cifra? La magnitud del robo ANUAL del presupuesto educativo del país para entregárselo a la capital nos cuesta lo mismo que el FOBAPROA, el robo del siglo.

Tan solo la parte extra del presupuesto de educación que el Distrito Federal le roba CADA AÑO al país le alcanzaría para pagar:

 

Cultura robada

El presupuesto educativo es tan solo uno de los rubros en los que la capital ha desfalcado al país, el de cultura no es diferente.Todos sabemos que el Distrito Federal es la capital cultural del país y quizás de América Latina pero,

¿Son tan culturales los capitalinos y tan pero tan iletrados los “provincianos” que mientras las ciudades medianas de la república tienen una cantidad de museos que se puede contar con los dedos de las manos, la capital es LA CIUDAD CON MÁS MUSEOS DEL PLANETA TIERRA?

¿Más que Nueva York, Tokio y Londres, tres de, las súper pobladas capitales culturales y económicas de Norteamérica, Asia y Europa? ¿Más que Beijing, la capital del país más poblado del mundo y el segundo más poderoso de la tierra? ¿Casi la misma cantidad que Berlín, la capital de los museos de Europa? ¿Más que París, la capital cultural del mundo?

¿Cómo puede lograr esto una ciudad que dedica MENOS DEL UNO PORCIENTO de su presupuesto a la CULTURA?

Fácil, durante décadas el gobierno federal llegó a gastar hasta 8 veces más presupuesto cultural por persona en el Distrito Federal.

Este robo ha logrado que en unas cuantas cuadras del Distrito Federal se encuentren más museos que en las zonas metropolitanas de Monterrey y Guadalajara.

En realidad el número no es tan importante, posiblemente el acervo de uno solo de los casi 200 museos del Distrito Federal tenga un valor cultural y económico superior al de todos los museos de Monterrey o Guadalajara juntos.

¿Cómo se justifica utilizar el dinero de los ciudadanos que casi no tienen museos en sus ciudades para construir y mantener museos en una de las ciudades que MENOS LOS NECESITA DEL MUNDO?

¿Considera la federación realmente justo utilizar el dinero de mexicanos que viven desde cientos hasta miles de kilómetros de distancia del Distrito Federal para construir museos allí?

La enorme injusticia es evidente y es vigente, pero ¿Han visto alguna vez una manifestación para reprochar el robo de más de la mitad del presupuesto de educación superior o el injusto reparto del presupuesto cultural del país?

¿Han visto algún seguimiento mediático diario durante meses como los que realiza Aristegui sobre otros temas para exigir el fin del robo de la educación y la cultura?

Queremos suponer que la habituación simplemente ha hecho que los medios ya no se den cuenta.

Oportunidad perdida

Con la caída del PRI se abrió una ventana de oportunidad para acabar con el régimen imperialista del Distrito Federal.

Cuando la dictadura del PRI cayó de manera democrática, primero en el Distrito Federal y después a nivel nacional, por primera vez en demasiado tiempo se abrió una ventana de oportunidad para acabar con el saqueo milenario que los pueblos de México habían sufrido desde las capitales de los imperios a los que habían pertenecido.

Desafortunadamente -para esta meta- el nuevo gobierno quedó dividido en 2 frentes pertenecientes a partidos e ideologías distintas; uno a cargo del gobierno federal y otro de la capital.

Ambos gobernantes prometieron terminar con la desigualdad y los privilegios para unos cuantos que promovía la antigua dictadura.

Ambos gobiernos prometieron acabar con las injusticias de la dictadura, ambos prometieron acabar con la enorme desigualdad, ambos representaban la esperanza de los mexicanos.

Ambos tenían en conjunto el poder para lograrlo.

Desafortunadamente, ambos gobernantes querían que su partido ganara las siguientes elecciones.

Si bien para el gobierno federal el lograr la igualdad de todos los mexicanos hubiese resultado en una apariencia de desempeño asombrosa y éxito electoral asegurado, la situación representaba un dilema particular para Andrés Manuel López Obrador, jefe del gobierno capitalino: El aceptar que el Distrito Federal dejara de robarle el dinero a los pobres de todo el país y acabar con esa injusticia centenaria que había convertido en ciudadanos de primera a unos pocos y empobrecido a muchos, le quitaría gran parte de su presupuesto.

A la hora de que su trabajo fuese juzgado y comparado con el de otros gobernadores de cara a las elecciones ya no tendría esa ventaja que el robo de los impuestos podría darle.

Los estados más afectados con el robo de su presupuesto alzaron la voz y exigieron un cambio en la situación, no exigieron que se hiciera justicia, no pidieron que se compensara las generaciones de vidas empobrecidas por esta situación, no pidieron siquiera un trato equitativo en lo general, pidieron solo una reducción del robo en la educación básica que hubiese disminuido tan solo en una décima parte el robo total del presupuesto de educación. Se tenía que empezar con algo. ₍₂₉₎

El gobierno del Distrito Federal tuvo que escoger entre el bienestar de todos los mexicanos y su futuro electoral. Su decisión fue contundente.

AMLO, el representante del pueblo que había conquistado el poder de la capital de la dictadura, desde donde se dictaba el robo a la nación y se acumulaban los privilegios, le dio un giro temporal a los principios que había promulgado hasta ese día para asegurar su futuro electoral, dándole la espalda a los pobres de todo el país.

Fue hasta el Tec de Monterrey campus Monterrey a anunciar que la capital merecía quedarse con la mayor parte del presupuesto de educación del país porque era la ciudad que más dinero producía.

Léase, la ciudad más rica tiene derecho a recibir más dinero que las más pobres. Con esa declaración murió la esperanza de tener un héroe que buscara la igualdad de todos los mexicanos.

El gobierno del Distrito Federal declaró la petición de los estados como un atraco contra la capital y una ‘conspiración’ para perjudicar a su gobierno de cara a las elecciones, lo dijo así sin titubear, en cualquier otro país sus seguidores le hubieran reprochado poner su futuro electoral por encima del bienestar de los 100 millones de mexicanos que no viven en el Distrito Federal, pero en México no funcionan así las cosas.

El clímax de su defensa del robo fue cuando amenazó con retirar al Distrito Federal del convenio de coordinación fiscal para que se quedara con todos los impuestos que recauda, léase, gran parte de los impuestos que pagan los mexicanos de todo el país.

Al no funcionar sus amenazas AMLO mandó a ocupar el Congreso repetidamente mediante el uso de la fuerza, sus ocupadores amenazaron que se quedarían el tiempo que fuera necesario.

No importó que la petición fuera para eliminar los privilegios de los más favorecidos y para beneficiar a los más pobres. No importó que el presidente, los senadores y diputados de los otros partidos políticos hayan sido elegidos democráticamente

¿Quién duda de la legalidad de la elección del año 2000 cuando Fox tumbó al PRI?

Defendiendo sus privilegios y su futuro electoral traicionó a la igualdad, a los desfavorecidos, el derecho a la educación y a la democracia.

 

Reacción de capitalinos

Los argumentos que el gobierno de AMLO y después el de Ebrard le dieron al país fueron recibidos bien en la capital, gracias a esa mitología que la dictadura tardó 70 años en construir y que le tomó a Andrés Manuel unos minutos en apropiarse.

Estaban habituados a los privilegios y los veían como un derecho.

Respuesta a los argumentos que los gobiernos del Distrito Federal, otros actores políticos y la opinión pública han utilizado para mantener el robo del presupuesto

(Quitarle el presupuesto extra al D.F.) Es un ataque contra el programa social de la ciudad).

Aunque parezca imposible este no es el argumento más contundente de todos:

Gasto benéfico vs Despilfarro

Podríamos decir que el FOBAPROA benefició solo a los banqueros (no es necesariamente cierto) y que al menos éste robo equivalente se invierte en educación y apoyos sociales, así que no es un desperdicio. Esto de ninguna manera justificaría el tomar el dinero de los demás, pero aún si diéramos este argumento por bueno:

El propósito de la educación, de los apoyos sociales, de la investigación científica y de todos esos usos que el gobierno del Distrito Federal le da a los impuestos de todos los mexicanos, es dotar a la población de las herramientas para que mejoren su economía y se puedan dar el estilo de vida que ellos elijan.

Existe sin embargo un estado en nuestro país que no recibe ninguno de esos beneficios y que es, de hecho, uno de los más afectado con el robo del presupuesto. Este estado, a pesar de recibir 13 veces menos presupuesto por persona ha logrado prácticamente el mismo nivel (ligeramente menor) de analfabetismo, escolaridad y rezago escolar que el D.F.

Y a pesar de que recibe 40% menos presupuesto federal ordinario por persona que el D.F. y que de ese presupuesto tiene que gastar la mitad para compensar el robo del presupuesto educativo, ha alcanzado un ingreso por persona cercano al del D.F., un nivel de industrialización per cápita mayor y sobre todo, aún teniendo un presupuesto por persona tan pequeño, ha logrado la hazaña de vencer al Distrito Federal en su especialidad:

En los 15 años que la izquierda ha gobernado el Distrito Federal, no ha logrado superar los altos niveles de repartición de riqueza, ni los lideratos en baja marginación y rezago social del estado más neoliberal de México.

El D.F., que comprende solo la tercera parte más rica de la Ciudad de México, es más desigual y tiene un porcentaje mayor de población marginada y en rezago social que Nuevo León, el estado completo que incluye el cinturón de miseria de Monterrey y zonas rurales en el desierto y las montañas. _{(47 – 54)}

¿Cómo es posible que Nuevo León haya logrado esto con tantas cosas en contra?

No, no es por ser estado fronterizo, la economía de tan solo la Zona Metropolitana de Monterrey es equivalente a la mitad de la suma de las economías de otros 5 estados completos de la frontera norte. ₍₅₄₎

El caso de Nuevo León desmiente el mito de decir que el Distrito Federal ha hecho un buen trabajo con el dinero robado a todos los mexicanos.

Si comparáramos el desempeño económico y académico de Nuevo León y el Distrito Federal de acuerdo al total del presupuesto, apoyos y subsidios que reciben de la Federación los resultados que ha conseguido el Distrito Federal quedan muy abajo. Si comparásemos Nuevo León contra la Ciudad de México completa, el resultado sería aplastante contra los capitalinos. (Excepto en investigación, el DF acapara la mayor parte del presupuesto).

¿Qué sería del DF sin todos estos apoyos?

¿Qué sería de la economía del Distrito Federal sin todos estos enormes apoyos? ¿Qué nivel de vida tendrían sus habitantes si no recibieran 13 veces más presupuesto educativo que los demás y tuvieran que gastar la mitad de su presupuesto en educación como los regiomontanos? ¿Qué serían sin el gasto de todas las dependencias federales, museos, infraestructura y todo lo que el gobierno federal ha pagado con el dinero de los demás?

Manteniendo las ventajas logísticas de ser la capital, ¿tendría el Distrito Federal una economía pobre como la de sus vecinos mexiquenses? ¿en marginación extrema y con bajísimo nivel educativo como la de los estados del sur? ¿una economía de clase media baja y con niveles académicos medianos como la tapatía? ¿o un desempeño educativo relativamente bueno y una de las economías más prosperas de América Latina como la de los regiomontanos?

Conjeturar sobre los resultados que hubiesen obtenido en un entorno diferente es una tarea inútil, lo que si podemos asegurar es que el dinero producto del robo a los pobres de todo el país ha sido desperdiciado, quizás más que el dinero invertido en el FOBAPROA.

 

¿Cómo ha logrado sobrevivir este robo?

Uno de los mecanismos que han colaborado en mantener este robo es la manipulación de la información y la falta de ésta.

Vicente Fox pensó que la gente estaría de su lado al tratar de derribar los dogmas del PRI pero se topó con una sorpresa: La mitología impuesta en la mente de los mexicanos por los priistas no se había ido con su gobierno, generaciones tras generaciones de héroes y leyendas no se borran en una votación.

El gobierno de la capital sabía lo bien arraigada que estaba la mitología de la dictadura en el pueblo y en lugar de intentar destruirla y debilitarse la adoptó y la utilizó como armadura.

Le tomó 70 años al PRI construir ese mecanismo de defensa y a Andrés Manuel le tomó unos cuantos días arrebatárselo y usarlo contra Fox.

La dictadura había caído pero el responsable dejó muy pronto de representar la esperanza de justicia e igualdad de todos los mexicanos y fue reemplazado por alguien que abrazaba los ideales, héroes y mitología de la dictadura. Fue una hazaña espectacular, o un ejemplo del México surrealista en el que vivimos.

Los mexicanos estaban hartos de la desigualdad, pero no sabían qué la provocaba. AMLO utilizó la vieja receta mundial de agredir a los enemigos del pueblo, llámense Estados Unidos, los banqueros, los ricos, el gobierno y acuso al gobierno federal de ir en contra del legado de los héroes del pueblo -creados por la dictadura-.

Los ciudadanos del Distrito Federal se sintieron reflejados en sus palabras, al fin alguien enfrentaba a los “malos”. Al alcanzar un estatus heroico la gente dejó de cuestionar sus palabras.

 

Paradoja Chilanga.

De esa manera el imperio chilango pasó de ser la mayor injusticia de nuestro país a ser un ejemplo de honestidad y buen gobierno, evidencia del mal trabajo que hacen los demás, esperanza de que votando por la persona adecuada se puede acabar con la pobreza. El único saldo positivo es que la terrible frase “has patria y mata un Chilango” desapareció.

A los Chilangos ya no se les odia (55), ahora se les admira: Ellos están informados y trabajando inteligentemente y votando por la persona adecuada han logrado construir una ciudad de primer mundo.

Hay que dejar esto bien claro: Los capitalinos no tienen la culpa, los gobiernos con exceso de presupuesto en proporción a sus vecinos tienden a ganarse los corazones y la credibilidad de sus ciudadanos en todo el planeta.

 

El México que no fue

No se trata solo de sentir pesar por el México que hubiésemos tenido de haberse aplicado ese dinero equivalente a muchos fobaproas en todo el país en lugar de en un solo lugar, o de saber qué nivel de desarrollo tendrían Guadalajara, Chihuahua o Monterrey si no hubiesen tenido que gastar más de la mitad de su presupuesto para mitigar el robo del presupuesto educativo.

¿Imaginan a Guadalajara o a Monterrey con el doble de presupuesto durante décadas? ; Se trata del México que hubiésemos tenido si esos millones de capitalinos hubiesen tenido que luchar tan duro como el resto de los mexicanos por tener lo que tienen, contribuyendo en lugar de restar a la economía del país.

Culpables:

Partidos políticos:

Ningún partido político se salva. El PRI creo el imperio, no es necesario decir nada más. El PAN, aunque inició un lento proceso para redistribuir el presupuesto de educación y sobre todo de cultura hacia el resto del país, hizo un esfuerzo minúsculo a comparación de de la magnitud del problema. El PRD luchó para preservar el imperio creado por el PRI para beneficiarse electoralmente.

Medios de comunicación y sociedad en general:

¿Por qué no nos hablan los informados, los emancipados de Televisa, las Carmen Aristeguis, los universitarios, los independientes y revolucionarios de uno de los robos más grandes de la historia de nuestro país y que año con año genera desigualdad y pobreza para millones de mexicanos?

La respuesta es simple: La mejor manera de ganar credibilidad en nuestro país es denunciando a los gobernantes y a los poderosos y encumbrando a quienes se les enfrentan. El decir que todos son igual de malos y no alinearse con nadie no es noticia en nuestro país, no mueve la balanza hacia ningún lado, no es un acto heroico, no vende.

Solución:

Sistema que permita el progreso individual y comunitario

Necesitamos un sistema que permita que los ciudadanos puedan salir adelante con su propio esfuerzo y que puedan sacar adelante a su ciudad con sus impuestos. Solo de esta manera pueden los ciudadanos estar en control de su calidad de vida.

Para lograr esto los estados tienen que quedarse con la mayor parte de los impuestos que generan. El ver como tus impuestos se traducen en una ciudad mejor que te provea mejores oportunidades es un aliciente para el esfuerzo, por el contrario si por más que te esfuerzas solo ves como tus impuestos son utilizados para nuevos monumentos, subsidios, líneas de metro, museos y cinetecas… pero en la capital, la motivación es a la inversa.

Repartición de la riqueza

No debemos por ningún motivo dejar o disminuir la repartición de la riqueza, pero necesitamos etiquetarla. Tiene que quedar muy claro cuando un estado este utilizando recursos propios o recursos que se le quitaron a otro estado para mitigar las necesidades básicas que no ha podido solucionar por sí mismo.

La repartición de la riqueza tiene que empezar adentro del mismo estado. No es justo que se roben los impuestos de los ciudadanos clase medieros para dárselos a estados a cientos o hasta miles de kilómetros de distancia mientras se deja en el abandono a los pobres de la calle de enfrente. Primero a los vecinos, a los que podemos ver y con quienes convivimos, después a los municipios cercanos y después a los demás estados. Tenemos que poder afectar nuestro entorno con el producto de nuestro esfuerzo para motivarnos a seguir esforzándonos y ayudar más.

Sobre todas las cosas los estados clase medieros y pobres del país tienen que dejar de subsidiar a la ciudad más rica de la república.

Necesitamos que cuando una entidad utilice recursos de los demás, como los que son robados en este momento, no quede duda de ello, como hoy, en que los gobernantes de la ciudad más subsidiada del país nos dicen que nos mantienen.

La repartición de riqueza hacia otros estados tiene que tener un carácter TEMPORAL. El modelo de redistribución permanente que opera en México ha dejado claro que no funciona.

Otros males

¿Hay que acabar con la corrupción? SI, ¿tenemos que acabar con el mal gobierno? también, ¿los sobresueldos de los políticos nos empobrecen? claro. Son muchos los problemas y todos se deben de arreglar, pero tenemos que tener claro en cuanto nos afecta cada uno de ellos, si no, pasa lo que hoy, nos alarmamos por un problemas que nos cuesta miles de millones pero aplaudimos otro problema que nos cuesta DECENAS de miles de millones.

Resultado de la habituación: Crueldad manipuladora

Los capitalinos manejan sus BMWs educativos, sus Jaguares culturales y sus Ferraris de infraestructura mientras a su alrededor el resto de los mexicanos manejan carretas educativas y  los más privilegiados bicicletas de infraestructura. Están tan contentos con la situación que nominan a sus gobernantes como los mejores alcaldes del mundo y los consideran símbolos de la lucha por la igualdad, justicia, educación, cultura y altruismo. Se puede entender la razón por la que ellos lo hacen, pero el que sus víctimas, las que han visto como sus padres, sus hermanos y sus hijos han tenido una vida bastante más pobre de la que hubieran tenido de no haber sufrido el robo de sus recursos, consideren a sus victimarios como su esperanza para salir adelante, es un nivel de manipulación que raya en la crueldad.

Antídoto: Sensibilización

El antídoto para la habituación es la sensibilización. En nuestro país, particularmente en la capital, hay una gran cantidad de ciudadanos sensibles a los inmerecidos privilegios que los senadores y los diputados se dan con el dinero de todos, con tener al hombre más rico del mundo en un país pobre, con tener leyes que protegen a los poderosos y que castigan a los indefensos.

La sensibilización tiene que empezar con ellos, tenemos que sacudir sus sentidos para que recuerden el ruido de los aviones golpeando sus tímpanos y se den cuenta de que su economía, calidad de vida, educación, servicios de primer nivel, empleos bien pagados, entorno cultural y su futuro prometedor quizás no sea producto de su esfuerzo, sino del otro 92% de la población que solo puede ver el fruto de su trabajo por televisión.

El Distrito Federal tiene todo lo necesario para brillar sin robar

El éxito económico y social de Nuevo León es motivo de esperanza para el futuro de nuestro país. Si Nuevo León pudo destacar a nivel internacional con ese magro presupuesto por persona, el Distrito Federal también lo puede hacer, sobre todo con toda la infraestructura que ya logró durante su interminable imperio.

Necesitamos que lo logre. Si bien el fin del robo de los impuestos sería suficiente para darles las llaves del crecimiento económico, educativo y cultural al resto de los ciudadanos del país; necesitamos que el D.F. contribuya con algo más que el simple hecho de dejar de robar, necesitamos que genere riqueza y la reparta como han hecho durante tantos años muchos estados de la república.

Es hora de que los mexicanos vean el fruto de su esfuerzo en sus propias ciudades y que la parte que aporten para el combate a la pobreza se destine a las ciudades que realmente lo necesitan.

Nueva ventana de oportunidad

Andrés Manuel ya no puede beneficiarse del desempeño del Distrito Federal, su salida del PRD convirtió a éste partido y al gobierno de la ciudad en su competencia en la búsqueda de votos y presupuesto.

Estamos en un momento histórico en el que el éxito de la ciudad es una mala noticia no solo para la presidencia de la república, sino para los millones de seguidores de Andrés Manuel, incluyendo paradójicamente, a los habitantes del Distrito Federal.

Hoy tenemos otra vez una ventana para acabar con el robo más grande y más duradero de la historia de nuestro país, no debemos volver a desperdiciarla.

El primer paso es dejar atrás los mitos sobre este tema y dar argumentos sólidos basados en cifras oficiales y lógica clara.

Dogmalución desmenuzará en una serie de artículos la evidencia del robo de recursos por parte de la capital a todos los mexicanos y creará la biblia del imperio chilango, un repositorio con todas las cifras y argumentos del como los más grandes villanos de nuestro país lograron convencernos de que eran nuestra esperanza de igualdad y justicia.

Esperamos que contribuyas aportando información o argumentos a favor o en contra de esta causa.

Con información de Joel Salazar