Luego de la tormenta que dejó grandes afectaciones en la ciudad, pero sobre todo en un túnel de la Línea 1 del Tren Eléctrico, el de SITEUR mencionó que el área jurídica investigará el actuar del conductor del convoy que quedó bajo el agua, así como la de los operadores del centro de mando.
En palabras de Rodolfo Guadalajara, el operador del tren detuvo su marcha hasta que notó la presencia del agua, pues al parecer no fue alertado sobre la inundación en el túnel que conecta las estaciones Dermatológico y Periférico Norte, de manera que, por la velocidad que llevan en ese tramo, que es de 70 k/h, la más alta de toda la vía, fue posible pararse cuando ya había bajado la pendiente, a solo unos metros de entrar a dicho túnel.
Aclaró que cuando el convoy se detuvo, el agua apenas llegaba a la parte baja del vagón y el operador notificó al centro de mando, esperando varios minutos mientras le daban instrucciones.
El problema surgió por la gran cantidad de agua que comenzó a acumularse, pero a decir del titular de SITEUR, gran parte de la contingencia se provocó por la fuerte creciente que bajaba por la calle Obreros de Cananea, que por la presión, fracturó uno de los muros que circulan la vía y grandes cantidades de agua entraron al arroyo por ese sitio, lo que provocó que el nivel de la inundación subiera de centímetros a más de cinco metros en pocos minutos.
Una falla por la misma inundación, evitó que los cárcamos hicieran su trabajo para bombear el agua; por lo que al subir el nivel del agua, el sistema de bloqueo con el que cuentan los trenes se activó, y cortaron los 750 mil voltios con los que trabajan para que entrará la planta de energía de emergencia, que funciona con diesel y emite un voltaje de tan sólo 60, que permite únicamente la iluminación. Esto es lo que evitó la tragedia.
11 bombas trabajando durante ocho horas fue lo necesario para desasolvar toda el área y que el servicio se regularizara.
Con información de GDL Noticias.