La constructora PWC ocultó negatividades del proyecto estrella de AMLO.
Durante el 2019 la consultora Price Waterhouse Coopers (PWC)realizó informes y actividades que le fueron entregados al Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur) a cambio de 32 millones de pesos por la Asesoría Económico Financiera, pero estos revelan que se escondieron datos y fueron censuradas secciones en el costo beneficio que debe presentarse ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Entre las casi siete mil 500 páginas que PWC entregó, se puede observar que distintas críticas y presiones fueron eliminadas de los informes finales mientras que el presidente de la república ha informado que quiere que la obra el Tren Maya se concluya a finales del 2023.
El proyecto consta de mil 500 kilómetros de los cuales en 726 se desmantelan y reconstruyen las vías existentes del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y en el resto serán vías nuevas que atravesarán las Reservas de la Biosfera de Calakmul y la de Sian Ka’an y serán construidos por el Ejército.
En diciembre del 2019, El Universal publicó testimonios de las comunidades indígenas que se quejaban de la falta de información parta poder dar luz verde al proyecto. Esto fue confirmado por la ONU mencionando que la votación no cumplió con los estándares internacionales y que solo se informó de los beneficios durante y después de la obra, pero no se mencionó nada al respecto sobre los riesgos que esto conlleva.
En junio del 2020, se demostró que la Fonatur no contaba con una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) por lo que decidió retorcer la legislación ambiental en contra del consejo y análisis de los asesores y estudios ambientales.
Finalmente la MIA paró los primeros tres tramos, mismos que ya llevaban meses de construcción, puesto que cinco estudios realizados por la Fonatur revelaban problemas ambientales, un desarrollo urbano desordenado, acrecentamiento de un turismo depredador y convertir ejidos en hoteles.
Tanto desde la Fonatur como desde Presidencia se ha amedrentado y criminalizado a los críticos con el Tren Maya, puesto que a los vecinos de barrios históricos y nuevos al lado de la vía se les ha tachado de invasores y aprovechados y a las organizaciones sociales y ambientales se les acusa de traidores a México.
HVM